- 8 enero, 2014
- Categorias: Empresas
Un error muy común en las pymes es la extrema dificultad que tiene el empresario, el Director General, en alejarse lo suficientemente del día a día de su pyme.
Mientras el Director General de una empresa está en el día a día, realizando el trabajo que pueden cubrir otros, nadie está realizando el trabajo del Director General. Éste debería dedicar la mayor parte de su tiempo al futuro. A qué va a dedicarse su compañía y cómo, dentro de tres, cuatro años, a la orientación estratégica de la compañía, a los recursos humanos y, en definitiva, a los elementos definidos como estratégicos o clave.
Es un error típico en la pyme, tal vez porque su tamaño y existencia de menos recursos, obliga a su Director General a realizar más tareas que las propias de la Dirección. Es comprensible. Pero sepa que las empresas en las que su Director General se dedica a trabajar más en el día a día, detectan menos las oportunidades, y los cambios en el entorno le suelen pasar más desapercibidos. Con ello, es probable que no detecten las amenazas con el tiempo suficiente para reaccionar.
Si la Dirección General, o cabeza de la compañía, está sólo en el día a día, nunca irá un paso por delante y su supervivencia se verá afectada por los cambios más o menos rápidos que se produzcan en el entorno.
Esta situación está íntimamente conectada con el estilo de Dirección. La mayor o menor capacidad para delegar, compartir y fijar objetivos con los demás directivos, comporta un mayor o menor nivel de delegación y, consecuentemente distintos niveles de focalización de las tareas de Dirección General.
No cometa el típico error. Trabaje menos y piense más. Pensar es también una forma de trabajar.
Joan Díaz
Dir. Gral de JDA/SFAI