- 11 noviembre, 2014
- Categorias: Empresas
Desde que a principios de 2008 se inició la crisis, nadie sabía cuánto podría durar y cuál sería su profundidad. Lo que en principio fue una crisis financiera internacional, a nivel global, se ha transformado en una profunda crisis de sistema y a nivel local todavía estamos sufriendo las consecuencias de la burbuja inmobiliaria y el exceso de endeudamiento.
En todo este tiempo, las empresas han sufrido cambios en su entorno, en el mercado y en el acceso de los mercados financieros, cambios que han provocado que hayan sido necesarios ajustes de todo tipo. Desde tener que cerrar plantas, o dejar de fabricar determinados productos, hasta las consecuencias de tener que ajustar el presupuesto y, en especial, tener que ajustar la plantilla.
El plan del día después a partir de 3 enfoques: el Negocio, las Finanzas y las Personas
También hay empresas que han aprovechado determinados sesgos del mercado y han tenido la oportunidad de crecer, pero nos vamos a referir a las que han tenido que reestructurar y ajustar, que son la mayoría.
Normalmente, tras un proceso de restructuración y ajuste continuo, en el que probablemente se han producido despidos, los sueldos han sido congelados, sino recortados y, especialmente, cuando el proceso está siendo tan dilatado en el tiempo, la empresa necesita llevar a cabo un programa de REVITALIZACIÓN, en el sentido más amplio de la palabra.
Es el plan del día después.
Y ese plan lo vamos a elaborar a partir de 3 enfoques: el Negocio, las Finanzas y las Personas. Y en cada uno de estos enfoques analizaremos 7 dimensiones del plan.
Para saber más sobre este plan de revitalización, puedes realizar un test de autoayuda y obtener un informe con recomendaciones en www.revitalizaycrece.com.
Joan Díaz José
Director General