- 4 noviembre, 2019
- Categorias: Laboral, Recursos Humanos
El pasado mes de septiembre salía a la luz, de la mano de Randstad Research, el informe de absentismo laboral durante el primer trimestre de 2019 en España. Dicho estudio, pone de manifiesto que 267.000 profesionales no asisten a sus respectivos puestos de trabajo diariamente y además lo hacen sin justificación alguna. Esto supone un 26,4% del total de trabajadores que no acuden al trabajo, frente al 73,6%, unas 747.000 personas, que si no se personan en él es porque cursan una incapacidad temporal. Además, el informe señala que estos niveles de absentismo suponen la perdida del 1,4% de las horas pactadas, en el caso de absentismo no justificado y un 5,2% para el absentismo justificado.
Ciertamente la existencia de un absentismo elevado y continuado puede suponer un gran perjuicio para las empresas que lo sufren, dado que la ausencia en los puestos trabajos implica directamente la disminución de la productividad, desajustes en la planificación del trabajo, deterioro en la calidad final del producto o servicio que se ofrece, etc.
Para combatir el absentismo injustificado resulta crucial que las empresas, ya sea por medios propios o mediante terceros, procedan al análisis del origen de ese absentismo. Adoptar una política única de sanciones o despidos puede volverse contraproducente y suele generar problemas añadidos que en definitiva entorpecen el buen desarrollo de la actividad.
Uno de los motivos por lo que se suelen dar situaciones de absentismo es la dificultad de conciliar la vida en el trabajo y la vida fuera de él. Momentos en los que el trabajador debe escoger entre sus obligaciones laborales o sus obligaciones familiares o personales. La incorporación de nuevas tecnologías, para poder desarrollar su labor desde puntos diferentes al puesto de trabajo habitual y la flexibilización del horario de trabajo dan respuesta a este tipo de absentismo, no solo eliminándolo, sino pudiendo aumentar la calidad final del trabajo realizado, lo que indudablemente resulta beneficioso para la empresa.
En definitiva, si bien es cierto que debe combatirse el absentismo, tal vez el foco deba centrarse en mejorar las condiciones de conciliación familiar y laboral, y no obsesionarse por la pérdida de horas que supone para la empresa, como así lo señala el informe Randstad, dado que en la gran mayoría de sectores, hoy en día, podemos afirmar que más horas no necesariamente implica ni más ni mejor trabajo.
Arturo Figuerola
Asesor laboral JDA SFAI