- 4 julio, 2019
- Categorias: Empresas
El presente estudio lo hemos dedicado a la empresa familiar, pues son las más abundantes y las que representan una parte más que importante de la riqueza en nuestra economía. Las empresas las podemos clasificar de mil formas: por su volumen de facturación, por el número de empleados, por su actividad. Generalmente, éstas son las formas más habituales de clasificar las empresas. Pero esta vez hemos querido, por su importancia y efectos, clasificarlas en empresas familiares y empresas no familiares.
La empresa familiar no pretende ser fuente nueva de conocimiento. Todo lo contrario, lo que pretendemos es hacer una breve aproximación a un tema tan importante, fruto del conocimiento académico y de la experiencia acumulada, y acercarlo a los miembros de las empresas familiares, para que puedan concienciarse de los diferentes aspectos que ofrece el Paper, así como los consejos que brinda. Si de la consulta o lectura del presente documento despertamos el interés de algún miembro de una familia empresaria, nos damos por más que satisfechos.
A lo largo del mismo insistimos profundamente en el proceso de sucesión. En realidad, una empresa es familiar si tiene voluntad de sucesión. Por tanto, ese proceso es el más delicado en la vida de las empresas familiares y hay que hacerlo bien. Insistimos en la creación de estructuras que profesionalicen la gestión, sobre todo después de la primera generación. Y también en la creación de estructuras de familia, a partir de la segunda y tercera generación, para “cuidar a los miembros de familia”, formarlos, informarlos y preparar la siguiente sucesión.
La familia es el núcleo fundamental de la sociedad y como tal va a contribuir en el desarrollo integral de la persona. También lo es en el ámbito de la creación de riqueza.
Seamos conscientes de ello.
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JDA SFAI