El SOM Granollers publica un artículo de opinión de Joan Díaz, Director General de JDA

El diario SOM Granollers ha publicado un artículo de opinión de Joan Díaz, Director General de JDA, en calidad de Presidente de la Unión de Empresarios del Vallès Oriental, que recoge una visión económica de 2021 y sus efectos. Ver a continuación.

 

La inflación frena la recuperación

La recuperación a lo largo de 2021 no ha sido tal cual esperábamos. De hecho, ha quedado patente, una vez más, el carácter global de nuestra economía, del que no podemos deshacernos, digan lo que digan nuestros políticos, y si no que le expliquen a los incautos que se dejamos convencer sobre el Brexit y la suficiencia de su economía.

Por tanto, la recuperación de la economía mundial, y también la nuestra, se desacelera por los efectos de la inflación y los efectos en las cadenas de suministro global. La economía española está encarando a finales de año con un menor crecimiento de la actividad respecto a lo previsto, una inflación muy elevada y un mayor dinamismo en el empleo.

El alza de los precios probablemente viene condicionada por el carácter transitorio de la mayor parte de los factores, pero así está poniendo en guardia a los bancos centrales que empezarán a endurecer su política monetaria.

Como decíamos, las perspectivas de crecimiento de la economía española, y por tanto, la catalana, es menor a las previstas. La Comisión Europea cifra en 4,6% para 2021 y 5,5% para 2022, que viene influida por los factores antes también mencionados, carencia de suministros, encarecimiento de las materias primas, retraso en la aplicación de los fondos europeos y la incertidumbre reguladora.

Por su parte, se está evidenciando una notable fortaleza en los ingresos impositivos. Sin embargo, quedarán por debajo de lo previsto. Hecho éste que nos lleva a un déficit en torno al -4,5% del PIB y por tanto, la necesidad de seguir en el camino del endeudamiento, que nos puede complicar mucho la vida si aumentan los tipos de interés, en el momento que los bancos centrales endurezcan su política monetaria de forma decidida. El pago de los intereses de la monstruosa deuda externa que hemos contraído puede restar muchas posibilidades de inversión en el futuro y puede complicarnos bastante las futuras prestaciones sociales.

Pero el motor principal de la economía, que es el consumo, parece que no acaba de echar a toda máquina. Esto probablemente se deba a una falta de confianza en el futuro por parte de los consumidores. Quizás por el Covid, quizás por el momento político, quizás por la falta de confianza sobre el futuro de nuestra economía. No sé cuántos años deben pasar por ver en nuestro país una coalición ancha de gobierno dedicada a sacar adelante el país, aplicando las reformas necesarias, sin mirar a las encuestas sobre posibles resultados electorales.

 

JDA/SFAI

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