- 4 noviembre, 2013
- Categorias: Empresas
Los Directivos de las empresas, se enfrentan, todos los días, a decisiones que tienen implicaciones en todos los ámbitos de la empresa. Decisiones que tienen implicaciones sobre los impuestos de todo tipo (directos, indirectos, retenciones, etc…), tienen implicaciones legales de cualquier clase y que, a veces, incluso son poco evidentes.
Los Directivos de empresa, en sus decisiones, incurren en riesgos continuos. Algunos tendrán efectos claros, otros no, pero en cualquier caso, el directivo, al margen de ponderar las decisiones que su cometido le comporta, tiene la necesidad de ponderar si dichas decisiones van a tener o no otros efectos no deseados en el futuro, lo cual no es tarea fácil y normalmente se escapa de las funciones y capacidades del directivo.
Pongo varios ejemplos.
Decisión de contratar un proveedor de servicios de marketing para que ayude en la difusión de un nuevo producto de una sociedad filial, que se lanzará al mercado en breve. Puede incurrir en dos riesgos importantes y gravosos: que el acceso del proveedor de servicio de marketing a los datos de carácter personal pueda ser considerado una cesión ilegal de datos (infracción tipificada como muy grave por la LOPD) y cometer una infracción de la LSSI por comunicaciones comerciales por medios electrónicos no autorizadas, en caso de que se remitan emails a afectados en los que no concurra la condición de clientes de la compañía.
Decisión de satisfacer unos gastos de desplazamiento y manutención a los comerciales desplazados a una feria para la promoción de productos, sin darse cuenta que superan en mucho la cifra considerada como “normal”. Riesgo de no imputar una renta en especie y por tanto de no realizar la retención correspondiente.
Decisión de abonar una retribución especial a los trabajadores, como consecuencia de un hecho concreto y muy exitoso, sin tomar las medidas necesarias para no consolidar dicha retribución.
Contratar un agente comercial, con toda urgencia, para una zona concreta, en sustitución del agente habitual que ha sufrido un accidente. Puede incurrir en diversos riesgos importantes, si no se lleva a cabo correctamente.
Podríamos poner miles y miles de otros ejemplos, porque la casuística que se presenta todos los días en la empresa es muy elevada, y en determinadas ocasiones, los directivos tienen muy poco tiempo para tomar una decisión. Es necesario valorar que efectos colaterales pueden tener estas decisiones. Para ello, disponer de un profesional especializado al lado para preguntar, no tiene precio.
No estamos hablando de los servicios regulares de asesoramiento legal o tributario o de cualquier otra índole que podamos tener contratado con el bufete de referencia en la compañía. Todos sabemos que las consultas realizadas al bufete de referencia contratado tienen su proceso y su tiempo. Si debe de evacuarse la consulta por escrito, mucho más, pues debe pasar por diversos filtros. Probablemente, también sea cara, con lo que por tiempo, pesadez y coste, se tiende a no realizar la consulta o a realizarla tarde.
Por ese motivo, y consciente de las necesidades reales de los directivos, JDA ha creado un servicio especial, llamado Worker Service, pensado especialmente para el directivo. Para que pueda llamar, en todo momento, y contar con alguien al lado que le diga, de forma inmediata, qué efectos puede conllevar tal decisión o tal otra, de forma ágil y rápida. Y, si luego, resulta necesario realizar un dictamen, con más tiempo, llevarlo a cabo, si es el caso.
Worker Service es un servicio de apoyo al directivo, tenga contratados o no otros profesionales. Porque está pensado para el directivo y, por tanto, tiene un coste excepcionalmente razonable. También le puede servir de servicio de primera o de segunda opinión. Es una opción interesante. Es como contratar un seguro, pero a un precio muy ajustado. Haga una prueba.
Los Directivos de las empresas, se enfrentan, todos los días, a decisiones que tienen implicaciones en todos los ámbitos de la empresa. Decisiones que tienen implicaciones sobre los impuestos de todo tipo (directos, indirectos, retenciones, etc…), tienen implicaciones legales de cualquier clase y que, a veces, incluso son poco evidentes.
Los Directivos de empresa, en sus decisiones, incurren en riesgos continuos. Algunos tendrán efectos claros, otros no, pero en cualquier caso, el directivo, al margen de ponderar las decisiones que su cometido le comporta, tiene la necesidad de ponderar si dichas decisiones van a tener o no otros efectos no deseados en el futuro, lo cual no es tarea fácil y normalmente se escapa de las funciones y capacidades del directivo.
Pongo varios ejemplos.
Decisión de contratar un proveedor de servicios de marketing para que ayude en la difusión de un nuevo producto de una sociedad filial, que se lanzará al mercado en breve. Puede incurrir en dos riesgos importantes y gravosos: que el acceso del proveedor de servicio de marketing a los datos de carácter personal pueda ser considerado una cesión ilegal de datos (infracción tipificada como muy grave por la LOPD) y cometer una infracción de la LSSI por comunicaciones comerciales por medios electrónicos no autorizadas, en caso de que se remitan emails a afectados en los que no concurra la condición de clientes de la compañía.
Decisión de satisfacer unos gastos de desplazamiento y manutención a los comerciales desplazados a una feria para la promoción de productos, sin darse cuenta que superan en mucho la cifra considerada como “normal”. Riesgo de no imputar una renta en especie y por tanto de no realizar la retención correspondiente.
Decisión de abonar una retribución especial a los trabajadores, como consecuencia de un hecho concreto y muy exitoso, sin tomar las medidas necesarias para no consolidar dicha retribución.
Contratar un agente comercial, con toda urgencia, para una zona concreta, en sustitución del agente habitual que ha sufrido un accidente. Puede incurrir en diversos riesgos importantes, si no se lleva a cabo correctamente.
Podríamos poner miles y miles de otros ejemplos, porque la casuística que se presenta todos los días en la empresa es muy elevada, y en determinadas ocasiones, los directivos tienen muy poco tiempo para tomar una decisión. Es necesario valorar que efectos colaterales pueden tener estas decisiones. Para ello, disponer de un profesional especializado al lado para preguntar, no tiene precio.
No estamos hablando de los servicios regulares de asesoramiento legal o tributario o de cualquier otra índole que podamos tener contratado con el bufete de referencia en la compañía. Todos sabemos que las consultas realizadas al bufete de referencia contratado tienen su proceso y su tiempo. Si debe de evacuarse la consulta por escrito, mucho más, pues debe pasar por diversos filtros. Probablemente, también sea cara, con lo que por tiempo, pesadez y coste, se tiende a no realizar la consulta o a realizarla tarde.
Por ese motivo, y consciente de las necesidades reales de los directivos, JDA ha creado un servicio especial, llamado Worker Service, pensado especialmente para el directivo. Para que pueda llamar, en todo momento, y contar con alguien al lado que le diga, de forma inmediata, qué efectos puede conllevar tal decisión o tal otra, de forma ágil y rápida. Y, si luego, resulta necesario realizar un dictamen, con más tiempo, llevarlo a cabo, si es el caso.
Worker Service es un servicio de apoyo al directivo, tenga contratados o no otros profesionales. Porque está pensado para el directivo y, por tanto, tiene un coste excepcionalmente razonable. También le puede servir de servicio de primera o de segunda opinión. Es una opción interesante. Es como contratar un seguro, pero a un precio muy ajustado. Haga una prueba.