- 30 diciembre, 2011
- Categorias: Economia
Las primeras medidas del gobierno van encaminadas a recortar un déficit del Estado más allá de lo previsto. Ese incumplimiento en el déficit ya era conocido por el PP, pues su mayor parte proviene de las Comunidades Autónomas. Lo que sucede es que en su programa electoral se comprometieron a no subir impuestos y su primera medida precisamente va en sentido contrario. Mal empezamos.
Los recortes en gasto público corriente van en buen sentido. La reducción del 20% de las cantidades destinadas a sindicatos, organizaciones y partidos políticos se queda corta, pero apunta en buena dirección. Pedir más trabajo a los funcionarios también.
El aumento en los impuestos sobre la renta y el IBI reducirán la renta disponible de la economía y, por tanto, jugarán en contra de la recuperación del crecimiento. Lo que me parece del todo inadecuado es aumentar, “de forma temporal” el impuesto sobre la rentas de capital. Por dos motivos: en primer lugar, porque avisar que es temporal lo convierte en ineficaz. En los próximos dos años, se pospondrá el pago de rentas del capital y, en segundo lugar porque va en sentido contrario a las medidas de estímulo al crecimiento de la economía.
Finalmente, dedicar nuevamente dinero público a estimular la compra de viviendas es un retroceso y no va en la línea adecuada.