Las empresas asumen un importante riesgo fiscal. Téngalo bajo control.

En cada ejercicio fiscal las empresas cierran y liquidan un periodo de varios impuestos en los que se hallan sujetos. Sea por impuestos directos, sea por impuestos repercutidos o bien sea por impuestos retenidos, las empresas asumen un cierto riesgo en la estimación y liquidación de dichos impuestos que no prescriben hasta al cabo de 4 años de haber sido declarados.

Un riesgo que no es pequeño, dada la prolija y complicada legislación fiscal de este país y las distintas interpretaciones que vienen realizándose diariamente de la norma tributaria. Y, sino, que se lo pregunten a la Junta Directiva del F.C.Barcelona

Con independencia de ello, las empresas están obligadas a minimizar sus costes por impuestos directos (va directamente a su cuenta de resultados), aplicando, en la medida de lo posible, una adecuada planificación fiscal en sus decisiones.

Los asesores fiscales se han venido dedicando tanto a la planificación fiscal de las empresas, como a la liquidación de sus impuestos.

Las dos facetas son muy importantes y las dos deberían de conformar los servicios de asesoramiento fiscal que precisan las empresas.

Quiero centrarme en la liquidación de los impuestos.

Para liquidar los impuestos, debe llevarse a cabo, de forma previa, una revisión de las operaciones realizadas para la compañía a lo largo del ejercicio. Para llevar a cabo dicha revisión normalmente los asesores fiscales siguen un programa de chequeo a fin de tener en cuenta todos aquellos aspectos que puedan conformar el riesgo.

Nuestra experiencia como asesores fiscales nos ha demostrado que ésta es la mejor forma de asegurar nuestro trabajo, además de que, queda en nuestros archivos,  un registro del trabajo realizado que nos facilita la realización de un informe para el cliente y nos posibilita encarar futuras revisiones,  por parte de la Inspección fiscal, totalmente documentados.

En nuestro informe, además de expresar qué criterios se han seguido para realizar la liquidación, se exponen los riesgos a los que, a nuestro juicio, se expone la empresa.

Otro aspecto que intentamos no dejar de lado, es llevar a cabo un análisis de razonabilidad. Para ello, entre otros criterios, se estudia la variabilidad de determinadas relaciones en comparación  con ejercicios anteriores así como con el sector de actividad.

Las empresas asumen, aunque no sea su fin, riesgos adicionales a los consustanciales a su actividad.  Téngalo en cuenta y téngalos bajo control.  Asegúrese de que alguien los tenga muy presentes.  Si no es así, o no está seguro, puede interesarle nuestro servicio Complet Service.

En cada ejercicio fiscal las empresas cierran y liquidan un periodo de varios impuestos en los que se hallan sujetos. Sea por impuestos directos, sea por impuestos repercutidos o bien sea por impuestos retenidos, las empresas asumen un cierto riesgo en la estimación y liquidación de dichos impuestos que no prescriben hasta al cabo de 4 años de haber sido declarados.

Un riesgo que no es pequeño, dada la prolija y complicada legislación fiscal de este país y las distintas interpretaciones que vienen realizándose diariamente de la norma tributaria.

Con independencia de ello, las empresas están obligadas a minimizar sus costes por impuestos directos (va directamente a su cuenta de resultados), aplicando, en la medida de lo posible, una adecuada planificación fiscal en sus decisiones.

Los asesores fiscales se han venido dedicando tanto a la planificación fiscal de las empresas, como a la liquidación de sus impuestos.

Las dos facetas son muy importantes y las dos deberían de conformar los servicios de asesoramiento fiscal que precisan las empresas.

Queremos centrarnos en la liquidación de los impuestos.

Para liquidar los impuestos, debe llevarse a cabo, de forma previa, una revisión de las operaciones realizadas para la compañía a lo largo del ejercicio. Para llevar a cabo dicha revisión normalmente los asesores fiscales siguen un programa de chequeo a fin de tener en cuenta todos aquellos aspectos que puedan conformar el riesgo.

Nuestra experiencia como asesores fiscales nos ha demostrado que ésta es la mejor forma de asegurar nuestro trabajo, además de que, queda en nuestros archivos,  un registro del trabajo realizado que nos facilita la realización de un informe para el cliente y nos posibilita encarar futuras revisiones,  por parte de la Inspección fiscal, totalmente documentados.

En nuestro informe, además de expresar qué criterios se han seguido para realizar la liquidación, se exponen los riesgos a los que, a nuestro juicio, se expone la empresa.

Otro aspecto que intentamos no dejar de lado, es llevar a cabo un análisis de razonabilidad. Para ello, entre otros criterios, se estudia la variabilidad de determinadas relaciones en comparación  con ejercicios anteriores así como con el sector de actividad.

Las empresas asumen, aunque no sea su fin, riesgos adicionales a los consustanciales a su actividad.  Téngalo en cuenta y téngalos bajo control.  Asegúrese de que alguien los tenga muy presentes.  Si no es así, o no está seguro, puede interesarle esto.

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