Las consecuencias económicas del Brexit

En mi opinión un artículo como este no debería escribirse jamás. No debería ser necesario, porque nunca la clase política debería tomar decisiones tan arriesgadas para la población, sin que sea posible conocer los efectos de tales decisiones, con razonable seguridad, y no sobre conjeturas de lo que podría pasar y de lo que no. Los principales institutos de opinión, centros de estudios, consultoras, etc., están, en estos momentos, intentando calcular cuáles pueden ser los efectos de tal decisión sobre el Reino Unido y sobre Europa, que pueden ser muchos y diversos, según evolucionen los acontecimientos. De lo que no hay duda es que la salida del Reino Unido de UE ya ha empezado a generar efectos económicos, políticos y de trascendencia social adversos de considerable dimensión, a pesar de que materialmente el Reino Unido no haya solicitado la salida, la cual tardará en producirse y de la cual aun no se conocen las condiciones. Por una razón muy sencilla: por la incertidumbre que genera. La incertidumbre es el peor compañero en asuntos económicos.

Perturba todos los modelos y no permite la toma de decisiones con seguridad razonable. Ha quedado demostrado que los referéndums en cuestiones tan radicales sólo producen, a corto plazo, incertidumbre y, a consecuencia de ella, decrecimiento en la economía y pérdida de bienestar en la población. Si revisamos los casos de Escocia y Canadá, observaremos como se ha comportado la incertidumbre en ambos casos y sus consecuencias. En el caso de Escocia la incertidumbre duró muy poco tiempo. Otros de los efectos de este tipo de referéndums que se han constatado en Reino Unido son la fractura de la sociedad, la división entre amigos y familias y un aumento en los fenómenos de odio y xenofobia. Deberíamos tomar nota de que no debería ser posible convocar un referéndum sobre algo que tiene consecuencias tan importantes para la población de un territorio. Las campañas suelen estar plagadas de engaños, promesas falsas o incumplibles o de resentimientos que nada tienen que ver con la cuestión que se somete. Al margen de que un referéndum sea la plasmación del mayor acto de cobardía de un político que traslada al electorado una decisión que él no desearía tomar. En estas cuestiones el “pueblo” suele responder a preguntas distintas a las que se le efectúan. Un referéndum sobre una cuestión tan importante, y de ser necesario que sea efectuado, debería contar con un respaldo muy elevado 2/3 y haber acudido a las urnas al menos 3/4 de la población. En cualquier otro caso, se convierte en otra cosa.

Las consecuencias económicas del Brexit van a provocar otras políticas que a su vez volverán a alimentar otras consecuencias económicas, positivas o negativas, nadie lo sabe, lo que es seguro es que van a comportar consecuencias económicas importantes que van a repercutir seriamente en el bienestar de la población. Todo ello va a depender de cuál sea el contenido de la negociación de la salida de la UE y de cómo rápida sea esta. Cuanto más rápida, menos incertidumbre, pero mayor impacto. Los efectos se van a notar, en función de ello, a corto, a medio o a largo plazo.

Joan Díaz

Director General JDA/SFAI Spain

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