- 28 noviembre, 2012
- Categorias: Legal
En la situación actual de crisis financiera, uno de los principales problemas de autónomos y PYMES es precisamente el alto nivel de impagados al que se ven sometidos en su actividad comercial.
Las grandes empresas, también tienen estos altos niveles de impago, pero repercuten de forma distinta dado el diferente nivel de riesgo diversificado. Normalmente autónomos y PYMES suelen depender de un solo cliente, con lo que los impagos del mismo hacen que su situación económica se tambalee.
Desde aquí queremos ofrecer algunos consejos, que aunque no sean la solución definitiva a la morosidad, sí que pueden ayudar para la reclamación judicial de los impagos:
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Documentar de forma clara todas las operaciones comerciales. Utilización de contratos que regulen la actividad comercial entre vendedor y comprador. Estos contratos cuanto más claros y documentados sean mucho mejor. Se trata de reunir de forma escrita y firmada, la relación comercial, ya sea puntual o de forma periódica. Lo esencial es plasmar con exactitud los pedidos, fechas de entrega, normas de calidad de los productos, modelos, forma de pago, etc.
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Otro consejo a tener en cuenta es la utilización de facturas que incluyan todos los elementos exigidos por la contabilidad. Dichas facturas deben contener de forma detallada que objetos se entregan, con detalle de modelo y número de objetos entregados, precio por unidad y el total de la misma, así como en qué condiciones. Esto facilita bastante la tarea de identificación de las partidas impagadas y facilita los medios de prueba ante un Tribunal.
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Uso de albaranes de entrega. Si se utiliza un transportista para realizar las entregas son de suma utilidad los albaranes de entrega debidamente firmados a la recepción de las mercancías. Igualmente facilita la labor de prueba ante Tribunales.
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Uso, siempre que sea posible, de documentos mercantiles que lleven aparejada ejecución. Nos referimos a los pagarés y letras de cambio. Son de suma utilidad sobre todo cuando se difiere el pago de la entrega de las mercancías. El famoso pago a 90 días. Estos documentos también facilitan la actividad del abogado, ya que los motivos de oposición disminuyen siendo más fácil el proceso, más barato en costes, y en principio más efectivo.
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Y el más importante de los consejos es la información.
En los tiempos que corren la información es poder. Esto significa que debemos conocer la situación de nuestros clientes. Es importante saber a quién vendemos y en qué condiciones lo hacemos.
En la situación actual de crisis financiera, uno de los principales problemas de autónomos y PYMES es precisamente el alto nivel de impagados al que se ven sometidos en su actividad comercial.
Las grandes empresas, también tienen estos altos niveles de impago, pero repercuten de forma distinta dado el diferente nivel de riesgo diversificado. Normalmente autónomos y PYMES suelen depender de un solo cliente, con lo que los impagos del mismo hacen que su situación económica se tambalee.
Desde aquí queremos ofrecer algunos consejos, que aunque no sean la solución definitiva a la morosidad, sí que pueden ayudar para la reclamación judicial de los impagos:
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Documentar de forma clara todas las operaciones comerciales. Utilización de contratos que regulen la actividad comercial entre vendedor y comprador. Estos contratos cuanto más claros y documentados sean mucho mejor. Se trata de reunir de forma escrita y firmada, la relación comercial, ya sea puntual o de forma periódica. Lo esencial es plasmar con exactitud los pedidos, fechas de entrega, normas de calidad de los productos, modelos, forma de pago, etc.
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Otro consejo a tener en cuenta es la utilización de facturas que incluyan todos los elementos exigidos por la contabilidad. Dichas facturas deben contener de forma detallada que objetos se entregan, con detalle de modelo y número de objetos entregados, precio por unidad y el total de la misma, así como en qué condiciones. Esto facilita bastante la tarea de identificación de las partidas impagadas y facilita los medios de prueba ante un Tribunal.
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Uso de albaranes de entrega. Si se utiliza un transportista para realizar las entregas son de suma utilidad los albaranes de entrega debidamente firmados a la recepción de las mercancías. Igualmente facilita la labor de prueba ante Tribunales.
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Uso, siempre que sea posible, de documentos mercantiles que lleven aparejada ejecución. Nos referimos a los pagarés y letras de cambio. Son de suma utilidad sobre todo cuando se difiere el pago de la entrega de las mercancías. El famoso pago a 90 días. Estos documentos también facilitan la actividad del abogado, ya que los motivos de oposición disminuyen siendo más fácil el proceso, más barato en costes, y en principio más efectivo.
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Y el más importante de los consejos es la información.
En los tiempos que corren la información es poder. Esto significa que debemos conocer la situación de nuestros clientes. Es importante saber a quién vendemos y en qué condiciones lo hacemos.